La actual pandemia de COVID-19 ha traído pareja multitud de desinformaciones, especulaciones y oportunidades para dar con soluciones eficaces y rápidas para acabar con un problema de tal envergadura que ni la comunidad científica y sanitaria podría jamás haberse imaginado.
La evolución tan rápida, dispar y errática de un virus con una alta tasa de incidencia propició una carrera contrarreloj ya no sólo en entender su etiología y propagación, sino también la de búsqueda de aquellos tratamientos y protocolos más eficaces en la resolución de manifestaciones inesperadas como también otras derivas relativas a esta infección.
Siendo el ajo un alimento con reconocidas propiedades sobre la salud, incluidas las inmunológicas por su capacidad bactericida, fungicida y viricidas, no podría escapar para atribuírsele desde distintos ámbitos, su capacidad hasta para combatir esta nueva variante de un coronavirus, el SARS-CoV2.
El género vegetal “allium” que ha estado presente desde el origen de los tiempos, en cualquier rincón del mundo, en diferentes culturas, en todas las cocinas y que conforme a los conocimientos y experiencias de cada época, también ha venido a resolver manifestaciones y patologías de distinta índole, era de esperar una avalancha de experiencias positivas provenientes de cualquier lugar o fuente con más o menos criterio.
La OMS, en su papel director en esta crisis sanitaria mundial, que además coincide con un momento en el que el uso masivo de redes sociales y acceso inmediato a cualquier información, se ha visto más que nunca en la necesidad de contener mitos, bulos o sobrevaloraciones que pondrían poner en peligro la salud frente a una protección inadecuada ante un virus que sigue presentando muchas incógnitas.
¿Qué ha dicho la OMS respecto al ajo y el COVID-19?
“El ajo es un alimento saludable que podría tener algunas propiedades antimicrobianas. Sin embargo no hay evidencias en el actual brote que comer ajo proteja de este nuevo coronavirus 2019-nCoV”
Lógico, como organismo internacional que gestiona políticas de promoción e intervención de la salud mundial, debe aplicar en todas sus intervenciones el Principio de Precaución, que en este caso trata de aproximar la incertidumbre científica relativa hasta la fecha a la necesidad imperiosa de información, tratando de prevenir cualquier otro daño colateral inesperado.
Además hay que tener en cuenta que solo los medicamentos, nada más que los medicamentos, desde la legalidad, son las únicas sustancias con capacidad de curar, tratar y prevenir, teniendo que cumplir una regulación estricta en sus ensayos, fases y seguridad antes de su uso en humanos.
Los beneficios en la salud de nutrientes o de los llamados nutraceúticos (nutrientes con cierta capacidad farmacológica) han de ser siempre cautos a pesar de ensayos o experiencias empíricas, sin olvidar que aún teniendo un origen natural, las concentraciones, preparaciones o combinaciones han de ser conocidas por las contraindicaciones o interacciones que pueden implicar.
En este sentido la OMS cometería un grave error reconociendo propiedades medicamentosas a un alimento, al que en el caso del ajo sí le atribuye propiedades antimicrobianas (elige cuidadosamente la definición) como no podría ser de otro modo, no pudiendo poner en duda este uso tradicional en la conservación y no pudiendo ser tan rotundos respecto a la salud humana. En cualquier caso la advertencia de “no evidencia sobre este brote”, era algo obvio que debe y tiene que decir.
... pero ¿hay evidencias sobre los beneficios en la salud inmunológica del ajo en cualquiera de sus presentaciones?
Su evidente acción en procesos inflamatorios e inmunológicos ha permitido un amplio rango de acción en el abordaje de distintos procesos fisiopatológicos de distinta etiología, debido a que ejercen el control de la microbiota, la modulación macrófagos, de linfocitos B y T, de enfermedades parasitarias, fúngicas y cualquier otra de implicación inflamatoria como pudieran ser carácter digestivo, cardiovascular… La eficacia de los organoazufrados en procesos depurativos y en el incremento del mayor antioxidante endógeno, el glutatión, ha demostrado contribuir a una mejor respuesta general al modular lípidos séricos, la peroxidación lipídica y los niveles de azúcar en sangre.
Su capacidad antibacteriana ha sido estudiada en los últimos años con gran profundidad, demostrándose como entre sus organoazufrados, el PTS (propil propano tiosulfinato) y el PTSO (propil propano tiosulfunato) actuaban contra bacterias Gram negativas y Gram positivas.
Distintas preparaciones de extracto de ajo han demostrado su eficacia frente a virus o sus secuelas, como el herpes simples, citomegalovirus, Epstein-Barr, parainfluenza tipo 3, gripe A y B, rinovirus tipo 3, así como otros virus cutáneos, como moluscos y verrugas, al afectar a la actividad de la polimerasa y la síntesis de los nucleótidos virales; incluso dieron muy buenos resultados en el tratamiento y protección frente a coronavirus como el SARS-CoV (2002- 2003) y el MERS-CoV (2012).
…. ¿Con qué evidencias y estudios contamos para el actual coronavirus SARS-CoV2 responsable del dichoso COVID 19?
Todo se encamina al poder de unión de ciertos organoazufrados, resultantes de la fermentación controlada del ajo a la proteína Mpro del COVID-19.
Los esfuerzos de la comunidad científica para combatir el SARS-COV2, una carrera contrarreloj para evitar mayor propagación y muertes, se centran fundamentalmente en describir las características moleculares, origen y mutaciones del virus, con el fin de desarrollar vacunas o tratamientos eficaces con gran rapidez.
Conocer la secuencia genómica del virus y el conocimiento de su proteasas principal, Mpro, es de vital importancia para la búsqueda de tratamientos eficaces.
Medicamentos como Remdesivir, Cloroquina, Ritonavir parece ser según estudios que su eficacia es debida a la estabilidad de unión de estos fármacos con la proteína Mpro del SARS-CoV2. Esta acción se compara con la estabilidad de la unión ligando-proteína de la aliína del ajo y el SARS-CoV-2, siendo mayor que la presentada por estos fármacos.
Siendo la proteína Mpro la proteasa, principal del SARS-CoV-2, una de las vías eficaces para frenar la maduración del virus y la infección es la inhibición de la Mpro.
En otros estudios, se evidencia que otros organoazufrados del ajo (aliína, S-alil cisteína, alicina, DAS. DADS, DATS, PTSO entre otros) y en especial los del extracto de ajo negro fermentado que han ido sufriendo una evolución y transformación, interaccionan e inhiben la proteasa PDB6LU7 y la proteína ACE2 (ECA2) del SARS-CoV-2, generando una posible acción antiviral en esta enfermedad.https://pubs.acs.org/doi/10.1021/acsomega.0c00772
Por último, cabe recordar que no sólo es la acción viricida reconocida al ajo y en especial a su extracto fermentado, sino también la capacidad de reducción en la producción y secreción de citoquinas proinflamatorias, contribuyen a estimular la actividad del sistema inmune, siendo de utilidad en tanto a la prevención, en el desarrollo agudo que cursa esta enfermedad, en la recuperación y en la protección de efectos adversos que han aparecido con las vacunas que en algunos caso han alterado el sistema inmune y vascular.
Discovery of alliin as a putative inhibitor of the main protease of SARSCoV-2 by molecular docking. Biotechniques
Potential for elimination of SAR‐CoV‐2 through vaccination as inspired by elimination of multiple influenza viruses through natural pandemics or mass vaccination
Assessment of Anti-Influenza Activity and Hemagglutination Inhibition of Plumbago indica and Allium sativum Extracts
Aged Garlic Extract Modifies Human Immunity
Investigation into SARSCoV-2 Resistance of Compounds in Garlic Essential Oil
The effect of Allium sativum (Garlic) extract on infectious bronchitis virus in specific pathogen free embryonic egg
Aged black garlic exerts anti-inflammatory effects by decreasing no and proinflammatory cytokine production
Advertencia: Las afirmaciones recogidas en dicho texto están avaladas por publicaciones científicas en diferentes estudios. La legalidad obliga a declarar que los productos a base de extracto de ajo negro fermentado no están destinados a tratar, curar o prevenir ninguna enfermedad.
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